Para aquellos que no estéis familiarizados con el significado del vocablo Chips en el sector del vino empezaremos por saber que es. Este término inglés se define como: a long thin piece of potato. Es decir una pieza fina y larga de patata. Nada que ver con un término vinícola. Ahora si os digo Chips de roble ya empezamos a obtener ciertas pistas de que son y para que se usan.

Efectivamente, los Chips son virutas o trozos de roble. Para aquellos que soy bebedores, sobre todo de whisky, seguro que habréis notado cuando tomais una copa en un bar un sabor dulce, a caramelo y la madera del barril. Vamos, el popularmente conocido como garrafón. Esto significa que el producto ha sido «envejecido», por llamarle así, con estos productos adelantando el tiempo correcto de permanencia en la barrica y aumentando la rotación del producto en menos tiempo. Este uso es legal. En España está prohibido modificar la destilación y una vez hecha….
Vamos con el vino que es lo que nos toca. Lógicamente no hablaremos de los vinos jovenes o los que pasan por barrica ya que se entiende que adquieren las propiedades de esta naturalmente, aunque también se le pueden añadir. Sin embargo, si queremos añadirle estas características a un vino joven sin que pase por esta y aportarle «crianza». Que hacer?. Añadir Chips.
Que van a aportar al vino?.
- Color.
- Estructura y dulzor.
- Más afrutado y menos vegetal.
- Ajusta el aroma y la complejidad.
Sin entrar en tecnicismos sobre esta técnica, el momento del aporte puede ser durante la fermentación, maceración, el sangrado, la crianza, ….etc. Esto lógicamente variará las características del futuro vino. Unos serán partidarios y otros no. Cierto es que en Europa no parece estar muy extendido su uso.
Mi opinión sería, ya que está claro que se usan y en vinos de bajo coste a granel que serían difícilmente bebibles sin este aporte, sería justo el informar al consumidor de su uso en el etiquetado.