El ciclo vegetativo de la vid es un proceso natural que vendrá determinado por los factores ambientales
Por estas fechas, recién acabadas las vendimias, la vid experimenta un cambio vegetativo natural, termina un periodo con siete etapas que se repite cíclicamente año tras año. De cómo sea este ciclo dependerá la cantidad y calidad de la uva del año siguiente.
Dicen que la fecha más bonita para visitar un viñedo (en el hemisferio norte) es noviembre, es en este periodo cuando las hojas tornan su color verde a un rojo anaranjado, y es por este ciclo por el que empezaremos, justo después de la recogida de la uva.

Ciclo vegetativo de la vid
Agostamiento (Octubre – Noviembre): Empieza el frío, se acortan los días y la vid se prepara para este periodo. Los pámpanos se hacen más duros, impregnándose de la lignina que los protegerá de la heladas invernales. Paulatinamente irá reteniendo los componentes necesarios en su tronco y raíces, esto produce la retirada de ellos de sus hojas, de las cuales finalmente se deshacerá.
Latente (Noviembre a Marzo): Según avanza el frío, la vid entra en una estado de reposo, minimizando su actividad en una especie de letargo. Esta fase la afrontará con las reservas que recogió durante la fase anterior. Un buen agostamiento garantiza una buena supervivencia de la vid en este periodo.
El lloro (Marzo): Los días se hacen más largos y van templando el ambiente. El ciclo vegetativo de la vid resurge después del frío invierno. Tras la poda, los brotes experimentan un fenómeno conocido como «El lloro de la vid». La savia retorna a las partes más altas para empezar su actividad tras el letargo y ésta sale por los brotes recién cortados como si fuesen lágrimas, de ahí el nombre.

Brotación (Abril): En esta fase los brotes se desprenden del plumón que los cubría y protegía del frío. Entramos en la estación primaveral, pero una inesperada helada podría devolver a la vid al estado latente.
Apunte:
«Las fechas de los ciclos vendrán determinadas por factores como el clima, pudiéndose dar variaciones temporales en función de cómo sea este según el año, la latitud y altura del viñedo o la variedad de vid.
Floración (Mayo): Comienza el proceso que todos las plantas, vegetales, … realizan para reproducirse. Nacen los brotes (inflorescencias), luego pasan a flores, el polen realiza su función, el ovario se fecunda (cuajado) y posteriormente nace un pequeño fruto verde. Ya tenemos la uva.

Envero (Julio): Junto con el agostamiento otra de las etapas más bonitas en el viñedo. Un explosión de vida recorre la viña. El color verde va desapareciendo progresivamente cambiando a las tonalidades propias de cada variedad. Las uvas blancas adquieren tonos amarillos, mientras que la tintas cambian al rojo o azul violáceo, dependiendo de la variedad.
Vendimia (Agosto a Octubre): Finalizada la maduración, las particularidades y cualidades (carga frutal, nivel de acidez, azúcar..) de cada uva están en su momento óptimo. Es el momento de cosechar la uva para la preparación del vino que vendrá determinado según la variedad de uva.