Iñigo 2015 un Rioja de corte moderno de Bodegas Amézola de la Mora. Una edición limitada nacida en la bonita ruta de la Rioja Alta
Hace ya unas semanas recordaba con un amigo algunas de las numerosas rutas en moto que en grupo compartíamos. Afición que desde hace un tiempo tengo aparcada. Por entonces contábamos con la facilidad que da tener un punto de partida cerca de una región viticultora (Rioja Alta), ventaja que ayuda a la programación y preparación de las rutas. En esa conversación recordábamos una que realizamos en un par de ocasiones años atrás y que él recientemente había vuelto realizar.
Ezcaray – Rioja Alta – Ezcaray
Varias son la razones que últimamente en el blog me llevan a recorrer esta bonita región a los márgenes del Ebro, y ahora este vino, Iñigo 2015, recién recibido de la mano de mi compañero de las dos ruedas. Un zona en la que se hace difícil no disfrutar de sus paisajes, sus campos salpicados de viñedos, su cultura y la buena gastronomía.
Me debo un nuevo viaje, muchas son las bodegas que a lo largo de este trayecto de unos 120 km. salen al paso del viajero, y tengo pendiente descubrir. Visitas que merecen la pena dedicarles un tiempo y echar el día, lugares de bonitos paisajes y buenos vinos. Espero no tardar en volver a recorrerla, visitar alguna de sus bodegas y pueblos, esta vez ya sobre cuatro ruedas. Mientras alivio mi añoranza con la cata de este vino que me permite recordar el encanto de La Rioja Alta. Descorchar un vino es abrir momentos, buenos recuerdos.
La bodega…..
El vino procede de la parada en esta ruta riojana en Bodegas Amézola de la Mora. Una bodega con tradición familiar cuyos orígenes se remontan a los años 70 cuando Iñigo y Javier Amézola deciden transformar 70 ha. de cultivo de cereal en viñedo, los cuales rodean la bodega inspirada al estilo de los château franceses. Un calado subterráneo del S. XVII termina por afinar sus elaboraciones con las correctas y estables condiciones de temperatura durante todo el año. Una visita, me cuenta mi compañero de rutas, que me recomienda realizar y que me apunto como tarea pendiente.
El vino….
Iñigo 2015 Tempranillo de las Bodegas Amézola de la Mora en Torremontalbo. Un Vino de Pago con una crianza de 8 meses en roble francés con sus correspondientes batonages, para su posterior afinamiento en botella. Un intenso color rojo cereza nos anuncia un vino de un marcado carácter frutal, toques amargos, notas especiadas y la madera noble presentes y bien integradas. En boca un tanino amable precede a un vino complejo, de buena acidez, fácil de beber con un final largo. Servir a 16º – 18º. Para acompañar carnes rojas, platos de pasta con carne o quesos semicurados. Precio 18,20 €.
Conclusiones….
Un vino diferente de edición limitada (4.500 unidades), un rioja de corte moderno, que se hace fácil de beber. Una elaboración que sabe expresar con elegancia el potencial de la variedad, su procedencia, con un carácter desenfadado, sin alejarse de la esencia de los vinos riojanos. Sin apenas darte cuenta la botella se encuentra vacía. Un vino muy recomendable que personalmente me trae los recuerdos de esas rutas y que hoy revivo gracias mi compañero a través de Iñigo 2015.
muchas gracias por la recomendación espero poder realizar esta ruta yo también pronto y por supuesto no dejo de probar este vino
Una ruta muy bonita, para disfrutarla y que también espero poder repetir pronto. Gracias por tu comentario y ráfagas 😉. Salud 🍷🍷
Muy buenas David. Un placer saludarte. Esa ruta que indicas está muy bien. Suelo salir en moto por la sierra de Madrid y nos gusta parar a tomarnos algo, poco, al volante ya se sabe…. tenemos intención un grupo de amigos moteros de ir a Logroño, y seguro que entre las propuestas sale algo de esa zona, si finalmente decidimos ir tomaremos esta como referencia, pero empezando más pegado a la parte de Logroño y finalizar igual. Gracias por el aporte. Saludos
Gracias Sebas por tu comentario y espero que te ayude en la ruta. Mucho que ver, visitar y catar ( siempre con moderación ;). Que lo disfrutes. Un saludo