El Chivo Loco: un mesón a la antigua usanza

El Chivo Loco, un mesón de la Sierra Madrileña que mantiene su buena  cocina donde el vino se sirve en tradicionales jarras de barro

Cruzar el umbral de su puerta, adentrarse en sus estancias es un salto en el tiempo. Situado en el centro del pueblo de Cercedilla, El Chivo Loco con su sencilla pero particular decoración, manteles de cuadros sobre irregulares mesas, hoces y yugos suspendidos en sus paredes, y esa esencia de mesón castellano no pasan desapercibidas.

El Chivo Loco, un mesón de

Un lugar sin lujos, sencillo, muy alejado de los restaurantes temáticos o modernos bristró que afloran en nuestras ciudades. El comensal serrano no busca excentricidades, sino simplicidad. De sus 40 años de trayectoria, he tenido el placer de poder disfrutar la friolera de 26, tiempo en el que muy poco ha variado. Apenas una planta superior para alojar la creciente demanda de comensales que los años han forjado a base del buen trato y su buena cocina.

Otro de los sencillos

Otro de los sencillos placeres que nos ofrece es la terraza de verano de Junio a Septiembre. Sentarse al fresquito las noches de verano, sentir la agradable temperatura que nos ofrece su situación a los pies de la montaña y la tranquilidad que nos regala sus calles poco transitadas hace de este estacional emplazamiento un lugar ideal para disfrutar de una cena placentera. Placeres mundanos pero a su vez muy gratificantes.

La comanda…..

En El Chivo Loco la carta son un bolígrafo y un papel. El comensal frente a una amplia lista de raciones variadas y varios segundos, elige a su antojo anotando los platos a degustar. Una vez confeccionada la lista, en la cual tenemos la opción de elegir bien picotear, bien comer, no puede faltar el vino. Suelo pedir su vino embocado, un tinto procedente de la región sur de Madrid que se sirve en jarra de barro. Fresquito, con cierto dulzor y que se hace muy fácil de beber.

La Cocina....

La Cocina….

El encanto del lugar no está en una refinada cubertería o en una decorada vajilla de fina porcelana, ni tampoco en unas elegantes copas de cristal. Su verdadero encanto reside en su sencilla pero buena cocina.  No esperéis platos complejos, adornados con espumas o reducciones, esto es un mesón, el típico mesón serrano. Las raciones son buenas y variadas. Las ensaladas  y segundos platos sencillos pero ricos gracias a la calidad de los productos empleados.

conclusiones.....

conclusiones…..

Una parada obligada para una visita a la Sierra Madrileña donde disfrutar de una cocina tradicional, sencilla, de calidad a precios razonables. El Chivo Loco lleva 40 años manteniendo su esencia y clientela, mediante el boca a boca, sin necesidad de publicidad, ni presencia en redes sociales a base de dar sencillez y calidad junto  con un buen servicio. Un local de cercanía donde disfrutar distendidamente de sus platos y ese rico vino embocado servido en jarras de barro.

 

 

 

 

 

 

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