Una ruta de dos días por la Ribera del Júcar al sur de la provincia de Cuenca nos muestra una tierra en la que la tradición familiar y su pasado histórico están muy presentes.
Como cierre a esta tercera temporada de Wine Rider Enoturismo sobre ruedas estuve valorando varios destinos que tenía en mente. De las varias opciones que barajaba, finalmente me decidí por viajar a la Ribera del Júcar por varios motivos. El principal, y no es que los otros destinos no fueran menos atractivos, fue el dar a conocer una zona poco visitada y que carece de una ruta de enoturismo en activo. El reto personal frente a otras zonas era ese, el crear la primera ruta de enoturismo por la Ribera del Júcar.

Cuando uno decide que va a viajar es realmente cuando empieza la aventura, independientemente del destino elegido, y más cuando es uno mismo quien diseña la ruta y los puntos que desea visitar/conocer. En mi caso, además del propio viaje, quiero documentar la experiencia para transmitírosla y que a su vez os sirva por si os animáis a realizarla. Que cada viaje me aporte y a su vez os aporte a vosotros, que sea algo instructivo, algo escaso hoy en una sociedad que prefiere consumir contenido vacío pasando historias de manera compulsiva mientras come, toma un café o viaja en el metro. Pero bueno, cada uno es libre de decidir en qué gasta o invierte su tiempo.
Esta ruta de enoturismo por la Ribera del Júcar, me ha mostrado una zona que a pesar de ser pequeña, esta comprende siete municipios, tiene mucho patrimonio histórico, mantiene sus tradiciones las cuales están arraigadas en sus habitantes, sus carreteras y caminos están rodeados de viñedos, y donde las bodegas son en su mayoría sustentadas y trabajadas por la propias familias. Una bonita zona que bien merece un fin de semana para tener un buen referente de ella y de sus vinos.

Otro punto a valorar en estos viajes es el destino, cuanto más pequeño sea, cuanto menos se conozca, las personas que te reciben suelen ser más cercanas. En los grandes destinos del vino reciben gente a diario, hay grandes bodegas con personal especializado en «hospitality» o en enoturismo que hacen muy bien su trabajo y las experiencias son otras, y es más complicado hablar directamente con quien trabaja el campo, recoge la uva, elabora el vino, te enseña la bodega y, en muchas ocasiones, es quien lo vende también. Esto hace que la visita no se ni mejor, ni peor, pero sí mas cercana, más entrañable. Os recomiendo probar las dos y que seáis vosotros quienes lo valoréis.

Volviendo a la ruta de enoturismo por la Ribera del Júcar, os recomiendo visitarla, no encontraréis grandes bodegas pensadas para recibir al enoturista con un gran número de actividades de enoturismo, grandes salas de barricas, museo, hoteles dedicados al vino,…etc. Recomendable visita también por el conjunto de experiencias. Aquí se viene a buscar tradición tanto en sus vinos como en las visitas, y por su puesto experiencias cercanas. Y que no se me olviden dos cosas que me gustaron; puedes perderte por infinidad de caminos tanto si viajas en moto, como si lo haces en coche ya que están bastante bien, siempre cumpliendo las normas y leyes, y disfrutar de su gastronomía, muy rica esta por cierto.

Publicaciones y más información
Como es habitual en estas entradas de viajes os dejo los enlaces de los artículos y videos que publico en Vinetur, revista especializada en vinos y enoturismo con la que colaboro habitualmente, y que a su vez esta colabora conmigo en estos viajes, además de BMW Motorrad España y BMW Motorrad ByMycar Madrid
Primer día de Ruta:
Artículo publicado en Vinetur:
Wine Rider: Ribera del Júcar I, tradición familiar
Video en mi canal de Youtube @Winerider
Segundo día de Ruta:
Artículo publicado en Vinetur:
Wine Rider: Ribera del Júcar II, perderse entre viñedos
Video en mi canal de Youtube @Winerider
Gracias por estar ahí. Trabajando ya en una cuarta temporada…….